Que no, que a mí no me va eso de llorar, de derrochar
lágrimas por aquel que no se merece ni una gota de agua. Pero,
desgraciadamente, hay veces que pueden con nosotros y casi sin darnos cuenta
tenemos los ojos húmedos y del color de la sangre.
Y aun
sabiendo que la gran mayoría de las veces no sirve de nada, pues las personas o
cosa por la que esos lagrimones resbalan por nuestras mejillas, sonrojadas, no
va a cambiar. Simplemente lo hacemos, lloramos. Suele ser inevitable.
No siempre lloramos por nuestra culpa. No siempre es
porque hemos hecho algo mal. Lo que sí es seguro, es que siempre que lloramos,
varias lágrimas resbalan por nuestras mejillas como si de una carrera se
tratase.
Hay
otra cosa que también es cierta, que independiente de por qué se llore, hay que
intentar sacar siempre una sonrisa, aunque cueste. De esta forma será más fácil
olvidar el porqué de nuestras lágrimas.
tu ttulo es identico al d na cancion d melendi...
ResponderEliminarHola anónimo :) Ya, ya lo sé, es que me encanta Melendi :)
ResponderEliminarUn beso,
Alice Parker.
Bueno y si quiere llamar asi a la entrada, que? algun problema?
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