¿Nunca te has parado a pensar en cómo sería la vida
sin ti?
¿Nunca has deseado ser invisible para ver cómo se
comporta la gente cuando tú no estás?
¿Nunca te has imaginado a ti en otra familia, con
otros amigos y otra forma de vida?
Independientemente de cuál haya sido tú repuesta a
estas tres preguntas debes estar seguro de que hay alguien, como mínimo una
persona, que te aprecia tal y como eres y que no te reemplazaría.
Puede que sientas que no sirves para nada, que
cuando tú no estás la vida transcurre y nadie se percatarse de que falta
alguien. Es posible que a la vista parezca como que nadie se acuerda de ti
cuando estás ausente. Pero en el fondo, hasta las personas que menos te lo
esperas, sienten un vacio, que falta algo.
Todos somos alguien en nuestra familia, clase, pandilla de verano etc. Y
ese alguien ha sido puesto ahí, en ese grupo, para cumplir una misión.
No hay nadie perfecto, pero tampoco hay nadie
completamente imperfecto. Todo el mundo tiene virtudes, y esas virtudes son las
que hay que fomentar para sacar adelante al grupo.
Así que ya sabes, no te infravalores. No te
desanimes. Piensa en aquellos que te apoyan, que te quieren. Si al prójimo se
le echa de menos, ¿por qué a ti no?